¿Cuál es la diferencia entre un desmaquillador, un limpiador y un agua micelar?

Vivimos en una época en que el cuidado de la piel es un tema del que todos hablan. Todas queremos saber qué producto es mejor para nuestra piel, pero ante tantos productos en el mercado, terminamos comprando el que nos recomienda una amiga o el que nos ofrecen en la tienda.  Hoy en Pharmaskin te contamos cuál es la diferencia entre todos los productos que sirven para limpiar tu piel (desmaquilladores, limpiadores y agua micelar) para que escojas el que mejor se adapte a tus necesidades.

Desmaquillador

El desmaquillador es, casi siempre, un producto bifásico compuesto por dos partes, una acuosa y otra oleosa; la oleosa siempre se deposita abajo, ya que tiene un peso mayor. Para usarlos, lo ideal es mezclarlos bien para que se junten las dos partes y se emulsionen. De lo contrario puede que el producto no funcione.

Este tipo de desmaquillantes están especialmente diseñados para remover maquillaje de larga duración o waterproof (a prueba de agua).

Sin embargo, un desmaquillante de este tipo puede afectar a pieles sensibles o a los ojos, ya que hay algunos que en la fase acuosa llevan disueltos tensioactivos (jabón) y pueden llegar a irritarlos. Además, debemos tener cuidado con las bondades ‘hidratantes’ de los desmaquilladores bifásicos, pues en su fase oleosa a veces llevan derivados de la industria petroquímica: aceite mineral, parafina liquida o siliconas, componentes que solo dan sensación de hidratación momentánea, pero en realidad a largo plazo resecan la piel.

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Agua micelar

El diferencial de este producto con los desmaquillantes o los limpiadores es que está compuesto por micro-micelas, es decir, pequeñas bolitas de moléculas limpiadoras suspendidas en agua blanda. Estas moléculas atraen la suciedad y la grasa, por lo que retiran las impurezas de la piel.

En cuestión de uso, la gran diferencia con un desmaquillador es que el agua micelar no remueve maquillaje pesado, como bases de alta cobertura o mascara a prueba de agua y suelen ser más suaves por lo que son más aptos para las pieles sensibles. Además, después de utilizar el agua micelar, se obtiene un efecto refrescante y tonificador.

Sin embargo, puede que las personas con pieles grasas con tendencia al acné no la encuentren suficiente como único método en su rutina de limpieza. Lo más adecuado para una piel grasa sería un gel limpiador o un tónico facial.

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Limpiador

Entre los tres productos que comparamos, este es el que aporta limpieza más profunda. Funciona casi como un jabón y produce espuma, sin embargo, no tiene los componentes de un jabón, que resecarían y deteriorarían la piel del rostro.

Este producto está especialmente recomendado para las pieles más grasas que necesitan día a día una limpieza profunda que evite la aparición de acné y de puntos negros. Sin embargo, lo ideal es que las personas con todo tipo de pieles encuentren un limpiador especial para su tipo de piel y acompañen su rutina de desmaquillaje con un limpiador.

En conclusión, los tres productos pueden hacer parte de tu rutina de limpieza, pero debes saber que cada uno suple una necesidad diferente en tu rostro. El desmaquillante para remover maquillaje pesado, el agua micelar para darle una limpieza suave al rostro y remover maquillaje suave y el limpiador para dar una limpieza profunda, poro a poro.

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