Rutina de cuidado del rostro según tu tipo de piel

La rutina diaria de cuidado del rostro es esencial para mantener nuestra piel suave, radiante y sin imperfecciones. Además, es de gran ayuda evitar signos tempranos de envejecimiento como arrugas o manchas. Veamos cuáles son las técnicas recomendadas para hacer una rutina completa de cuidado del rostro.

Toda rutina de cuidado facial se compone de tres pasos: limpiar, hidratar y proteger. Después de seguir estor tres pasos puedes aplicar los productos de maquillaje. Sin embargo, los productos que apliques en cada paso de la rutina dependen 100% de tu tipo de piel.
Si no sabes cuál es tu tipo de piel, puedes hacer el Quiz que Pharmaskin ha preparado para ti, haciendo clic aquí.

1. Limpiar

A veces cuesta creerlo, pero la piel se ensucia mucho. El ambiente, los residuos del maquillaje e incluso el sudor y la grasa producida por la misma piel generan obstrucciones en los poros que hacen sentirla menos fresca, menos saludable y con imperfecciones. Usar un limpiador de acuerdo a tu tipo de piel, libre de jabón es lo recomendado, te hará sentir fresca y relajada, además te hará más receptiva a cualquier producto que apliques después.

Piel grasa o mixta:
Cuando tienes piel grasa o mixta debes asegurarte de que el limpiador que escojas no engrase más tu piel. En el mercado hay limpiadores o desmaquillantes que son muy aceitosos, esos son los que debes evitar a toda costa, pues pueden obstruir tus poros, generar imperfecciones e incluso infecciones.
Puedes usar limpiadores como Gelclin plus, especial para pieles grasosas, con acción antibacteriana, propiedades antiinflamatorias, antiirritantes, antioxidante y humectante.

Piel seca o sensible:
Al escoger un limpiador de piel seca debes asegurarte de que sea humectante. De lo contrario, después de limpiar tu cara tendrás una sensación de tirantez. Debes evitar jabones fuertes e inclinarte por las lociones hidratantes o espumas.
Puedes utilizar productos como Synderm desmaquillante, Synderm Espuma y Synderm loción. Estos productos son suaves con tu piel, remueven las impurezas, la suciedad, pero al mismo tiempo son antiirritantes e hidratantes.

2. Hidratar

Cuando hidratas tu piel te aseguras de que conserve el agua que absorbe a la hora de la ducha. Así la sentirás elástica y evitarás sensaciones de tirantez. También ayuda a que tu piel tenga durante todo el día un brillo natural, que te hace ver joven y fresca. Además, previene el envejecimiento.

Piel grasa o mixta
Muchas personas tienden a pensar que si tienen la piel grasa no deben usar humectante pues engrasaría más la piel. Eso es un gran error. Tener la piel grasosa es muy diferente a tenerla humectada, de hecho, una piel bien humectada puede producir menos grasa.
Debes buscar humectantes para piel grasa, como por ejemplo Hydraskin Face. Este es un hidratante facial para pieles jóvenes, grasosas o con acné. Logra hidratación profunda de larga duración hasta 72 horas, descongestionante, suavizante, reparador, efecto protector y antiirritante.

Piel seca o sensible:
Las pieles secas o sensibles son las que deben mantenerse mejor hidratadas, sobre todo después de la ducha, pues es el momento en que la piel tiende a resecarse y a perder elasticidad. Usar un hidratante evitará sensaciones de tirantez, resequedad e incluso descamaciones. Además, una piel hidratada previene signos de envejecimiento prematuro como arrugas y manchas.
Puedes usar productos como Hydraskin Silk, un hidratante facial, con propiedades hidronutritivas, antioxidantes, restauradoras y humectantes hasta por 72 horas. Suaviza y mejora la textura y condición de la piel.

3. Proteger

Aplicar protector solar después de limpiar e hidratar es el toque final para proteger tu piel ante una de las amenazas más grandes para la piel: los rayos del sol. Una exposición prolongada al sol, en horas en que la radiación solar es más elevada, puede provocar daños que podrían ser fatales a largo plazo.
Cuando vayas a escoger tu Bloqueador solar según tu tipo de piel, debes tener en cuenta dos cosas, su fórmula (Crema, gel, fluido o espuma) y el SPF. Veamos…

Piel grasa o mixta:
Las Protectores solares en gel o fluido son los más recomendables para pieles grasas. Sin embargo, si utilizas uno en crema, puedes ver que el SPF no sea muy alto. Muchas veces buscamos un Factor de protección alto para tener más tiempo de protección, sin embargo, a más SPF, más grasoso es el bloqueador social, así que eso debes tenerlo en cuenta.
Te recomendamos Sunface Gel o SunStop face, bloqueadores solares con toque seco, propiedades emolientes e hidratantes, antioxidantes, desinflamantes y de antienrojecimiento.

Piel seca o sensible
Un bloqueador en crema, con agentes humectantes y nutritivos es ideal para las pieles secas. Así, te aseguras de que tu piel esté protegida pero también hidratada y tersa. En este caso sí debes buscar un SPF alto en crema, pues un bloqueador con aceites le conviene a tu piel.
Puedes escoger bloqueadores como Sunstop crema o Sunface Total crema. Ambos tienen propiedades emolientes e hidratantes, desinflamantes y de antienrojecimiento.

Además de estos tres pasos, puedes exfoliar una o dos veces a la semana, sobre todo si tu piel es grasa. Así removerás la piel opaca, las células muertas y el exceso de grasa de los poros. También tu piel aceptará de mejor manera los productos que apliques.
Por otro lado, si la piel de tu rostro tiene alguna mancha o cicatriz, tienes que incluir a tu rutina productos especiales para su cuidado, pero para eso debes consultar a tu dermatólogo.